¿Qué elegir entre un sérum y una crema?

¿QUÉ DEBO ELEGIR ENTRE UN SUERO Y UNA CREMA?

Publicado el 31 de octubre de 2023 por Christelle

Tiempo de lectura: 6 minutos

Los sérums y cremas se encuentran entre los tratamientos faciales más habituales en nuestras rutinas de belleza. Su capacidad para hidratar nuestra piel se complementa con otros múltiples beneficios que se adaptan a nuestras necesidades (antiedad, efecto revitalizante, cuidados luminosos, etc.).

Sin embargo, quizás por falta de tiempo, podríamos vernos tentados a quedarnos solo con uno de estos productos para el cuidado de la piel. Surge entonces la pregunta: ¿qué elegir entre un sérum y una crema? En este artículo veremos las diferencias entre sérums y cremas para decidir mejor qué tratamiento facial elegir.

RESUMEN

¿Cuáles son las diferencias entre un sérum y una crema?

La crema: tu protección diaria

Los humectantes están diseñados para hidratar, sellar la humedad y proteger la piel. En forma de emulsiones cremosas, las cremas combinan ingredientes lipófilos e hidrófilos que desempeñan diferentes funciones.

Los ingredientes lipófilos son solubles en la fase lipídica de la crema. Están destinados a nutrir y proteger la piel reforzando su barrera protectora. Este grupo incluye aceites vegetales, ácidos grasos y otro tipo de compuestos.

Los ingredientes hidrófilos son aquellos que son solubles en agua (como aguas florales, o ciertos ingredientes activos como GSM10 por ejemplo). Son ellos los que entran en juego para aportar a la piel otro tipo de beneficios (efecto antiedad, calmante, regenerador, etc.).

El sérum: un concentrado de principios activos

Los sérums para la piel son tratamientos faciales concentrados en principios activos. Se distinguen por su textura ligera que les permite penetrar profundamente en las capas de la epidermis. Gracias a sus pequeñas moléculas, los sérums pueden atravesar la barrera cutánea del rostro para actuar de forma rápida y eficaz en profundidad.

Existen diferentes tipos de sueros formulados para cubrir necesidades específicas. Los ingredientes activos comunes incluyen el ácido hialurónico, conocido por su excepcional capacidad para retener agua. Las composiciones de suero también incluyen antioxidantes, péptidos, vitaminas, AHA o BHA, entre otros componentes beneficiosos.

Crema y sérum: dos tratamientos complementarios

Por sus diferentes composiciones y modos de acción, la crema y el sérum son tratamientos faciales complementarios. En casos muy raros (clima extremadamente húmedo, piel muy grasa), algunas personas pueden recurrir a la aplicación de un sérum solo. Pero en la mayoría de los casos, utilizar una crema hidratante es fundamental para proteger la piel y fortalecer su barrera cutánea. Por lo tanto, si hay que elegir entre crema y sérum, generalmente recomendamos utilizar una crema sola.

Sin embargo, sería una pena privarse de los beneficios del sérum, para utilizarlo a diario o como tratamiento. Combinado con el uso de una crema hidratante, el sérum es un aliado perfecto en caso de necesidades específicas: durante los cambios de estación, cuando la piel muestra signos de fatiga, cuando es atacada por el sol, el frío o cuando sufre los primeros signos. del envejecimiento. Veamos cómo combinarlos para optimizar su eficacia.

¿Cuáles son las diferencias entre un sérum y una crema?

Crema de día, crema de noche, sérum, ¿qué tratamiento facial adoptar?

Tu piel necesita hidratación de la mañana a la noche (y de la noche a la mañana). ¿Pero sabías que dependiendo del momento del día tus tratamientos faciales deben abordar otro tipo de problemáticas? Veamos cómo incrementar los beneficios de tus tratamientos faciales según tus necesidades a lo largo del día.

La mañana

Al despertar, tu rutina debe centrarse en una protección eficaz de la piel. Por ello, durante el día, elegimos una crema que se adapta a tu tipo y necesidades de piel, con un efecto hidratante duradero, para ayudar a la piel a mantener un buen equilibrio de hidratación y protegerla de las agresiones externas.

Por el lado del sérum, optamos por un producto adaptado a las necesidades del momento (opacidad, imperfecciones, manchas, arrugas, protección, etc.). Para una acción antioxidante adicional, preferimos los ingredientes activos antioxidantes que protegen la piel durante todo el día.

La noche

Antes de acostarse, es mejor centrarse en la regeneración y reparación de la piel. Por ello optamos por una crema hidratante más rica que permitirá una buena regeneración de la piel por la noche, con un efecto “rebote” al despertar.

Esta acción está asociada a un sérum capaz de reparar la piel y aumentar su capacidad natural para recargar sus baterías.

Acción continua

Algunos tratamientos faciales combinan varias funciones esenciales para la piel. Por tanto, podemos utilizarlos mañana y noche porque la piel recurrirá a los principios activos que necesita cuando los necesite.

Este es el caso suero de Beau Domaine por ejemplo. Su efecto potenciador y tensor ayuda a despertar la piel y “suavizarla” por la mañana. Su concentración de antioxidantes asegura la protección de la piel durante todo el día. Por la noche, Le Sérum aporta su riqueza de activos antienvejecimiento para ayudar a la piel a regenerarse. .

 

Crema de día, crema de noche, sérum, ¿qué tratamiento facial adoptar?

Reducir los signos visibles del envejecimiento.

Mientras que para determinados problemas (imperfecciones, sensibilidad, deshidratación, etc.) el uso de sérums en forma de tratamiento puede ser suficiente, otros sujetos requieren el uso de cuidados faciales de forma continuada. Reducir los signos visibles del envejecimiento entra en este segundo grupo.

Combina crema y sérum para mayor eficacia

Los ingredientes activos utilizados en la crema y el suero suelen ser complementarios. Sus diferentes composiciones permiten contener principios activos de diferente naturaleza o en diferentes cantidades que tienen una acción complementaria al actuar sobre la piel.

En resumen, una crema hidratante, a la vez que aporta diferentes principios activos a la piel, creará una barrera protectora sellando la hidratación en la superficie de la piel. Aplicado bajo esta barrera, el suero tiene la oportunidad de desempeñar plenamente su papel, penetrando en las capas profundas de la piel.

En caso rutinas Beau Domaine, tratamientos faciales como Le Sérum et La Crème o La Crème Fluide son ejemplos perfectos de esta complementariedad. Por un lado, ciertos activos, como ProGR3 o GSM10, se encuentran en las diferentes formulaciones y se hacen eco entre sí. Por otro lado, los principios activos específicos de cada tipo de tratamiento les permiten trabajar en simbiosis para reducir los signos visibles del envejecimiento.

Elija sabiamente sus productos

Los tratamientos faciales destinados a reducir los signos visibles del envejecimiento requieren constancia. Es importante elegir tratamientos cuya efectividad haya sido probada, por supuesto, pero esta efectividad tendrá poco beneficio si no aplicas la rutina de cuidados que elijas. Sobre todo, intenta elegir tratamientos faciales que te gusten.

Para una crema hidratante, por ejemplo, la elección de la textura es importante dependiendo de las necesidades de tu piel (y de cómo te sientes). Esto puede parecer obvio, pero no elegirás la misma textura de crema según tu tipo de piel. Por eso Beau Domaine propone dos cremas hidratantes. La crema, de textura batida, es cremoso y rico, y se adapta mejor a las pieles que buscan hidratación y confort. La Crema Líquida, por su parte, penetra rápidamente en la piel dejándola hidratada. No dudes en jugar con las texturas. Por ejemplo, aconsejamos a algunos de nuestros clientes que utilicen La Crème Fluide como crema de día y La Crème como crema de noche.

Por último, no olvides comprobar siempre la composición de los productos de cuidado facial. Una lista negra estricta suele ser la mejor manera de evitar ingredientes controvertidos, ya sea por el medio ambiente o por el equilibrio de la piel.

Prevención más que tratamiento: SPF e hidratación

La protección solar es una parte esencial del cuidado de la piel, especialmente para prevenir el envejecimiento prematuro. A diario opta por un protector solar con SPF 30 como toque final a tu rutina para proteger tu piel. En los meses de verano no dudes en aumentar el factor de protección.

Por último, una buena hidratación también es una buena forma de frenar la aparición de líneas finas y arrugas. Bebe suficiente agua (entre 1,5 y 2 litros al día) para mantener tu piel hidratada de adentro hacia afuera.

Reducir los signos visibles del envejecimiento.